Dic,27 2025
Cedeño en El Paredón, Guatemala

Agustín Cedeño: “En el longboard reconecté con el por qué surfeoâ€

Publicado el sábado, 27 de diciembre de 2025

El Campeón Longboard del ALAS Global Tour 2025 ha atravesado mil desafíos en la vida, pero encontró en las tablas largas (y en Dios) la motivación para seguir adelante.

El panameño Agustín Cedeño se proclamó Campeón Longboard del ALAS Global Tour hace más de seis semanas, pero apenas ha tenido tiempo de celebrarlo. Tras hacerse con el título en Guatemala viajó al ALAS Global Finals en El Salvador y, luego, al Mundial ISA Junior en Perú, donde trabajó como coach para su selección. Ya de vuelta en Venao, su casa, medita sobre el año que pasó y recuerda los retos que ha debido superar para llegar a donde está hoy. 

¿Qué tan importante fue tu victoria en el ALAS de Venao para coger confianza?
El primer ALAS que hice en el año fue el de Bocas del Toro, donde perdí por una mala decisión en la selección de olas. Creo que eso fue lo que me encendió para Venao. Ahí hice ajustes y, bueno, estar en casa fue bastante importante. Me hizo creer en mí. Había buenas condiciones para longboard y el surfing fue lo que me hizo ganar. Esa victoria fue clave para los demás eventos.

Agustín Cedeño recibiendo el premio de campeón en Guatemala.

¿En qué momento te das cuenta de que estás para campeón? 
Creo que desde que llegué de Bocas del Toro fueron días bastante buenos de olas. Sentía que eran condiciones como las de verano, y es donde me va mejor. Me sentía mentalmente bien, preparado físicamente y con mi gente ahí, una mezcla que no puedo conseguir en otro evento. Estuve consciente todo el tiempo de los factores que podían ayudarme a ganar. A principio de año solo tenía como meta mejorar mi octavo puesto del año pasado, pero luego, en Nicaragua, me planteé ser campeón. 

¿Crees que este título se condice con tu nivel en este momento? ¿Te sientes surfeando mejor que nunca?
La verdad, siento que no he podido demostrar lo que puedo hacer. Tal vez en Venao mostré un 60%, que para mí fue mi mejor evento, y en los demás campeonatos tal vez un 30% o máximo 40% de lo que puedo surfear, siendo realista y sin creerme mucho ni nada. Pero sí pienso que la clave fue, más que el surfing, la parte táctica y tomar buenas decisiones en los heats.

Creciste haciendo una carrera como shortboarder. ¿Qué te enamoró luego del longboard? 
Al principio fue bastante difícil esa transición. Tuve que reaprender el approach a la misma ola en sí. Era muy agresivo, que era lo que traía del shortboard, y siento que lo que me hizo enamorarme con el longboard fue que me sentía más libre. Aprendí por ejemplo que en el longboard no puedes forzar una maniobra si no es la sección correcta, y eso lo aplico en la vida: hacer lo que está enfrente de mí y justo eso, ni más ni menos. El longboard es un poco más tranquilo. Hay más camaradería, una buena relación entre la mayoría de nosotros, y al final es lo que más me gusta. Cada vez que voy a un evento conozco más longboarders, hacemos buena amistad y compartimos lo que conocemos de las tablas.

Cedeño surfeando en Venao, su casa.

Sabemos que por temas médicos estuviste cerca de dejar el deporte. ¿Qué significa el surfing en tu vida? 
A los 12 años mi mamá me pagó una clase de surf y me quedé todas mis vacaciones. Una semana y media después de esa clase lo hacía solo en una tabla corta, corriendo de lado. Me enganchó, estaba seis o siete horas en el agua. Yo tenía problemas por la ruptura de mi mamá y mi papá y el surf era la única cosa que me hacía olvidar los problemas.

Pasó el tiempo con el shortboard y de tanto competir perdí esa esencia. Y bueno, por el tema médico me dieron un ultimátum donde o me ponía un marcapaso y no podía hacer ningún tipo de actividad, o cambiaba mi alimentación, el descanso, la hidratación y una serie de hábitos para revisarme seis meses después. Medio año después empecé en el longboard y siento que ahí reconecté con la esencia del porqué lo hacía. Me hacía olvidar mis problemas, el longboard me ha recordado eso. Hay días en que no surfeo y me siento de mal humor o ando irritado, siento que las cosas no me salen bien… Es esencial en mi vida. 

¿Mantienes esos hábitos que te recomendaron los especialistas?
Sí. Antes solía surfear seis horas, ahora tal vez me meto una o máximo dos horas, cuando está muy bueno, pero salgo a hidratarme. Descanso más, como bien. 

Después de tantos cambios y decisiones fuertes que has tomado, ¿cuánto significa ser Campeón ALAS de Longboard?
La verdad es que fue algo inesperado para mí. Obviamente uno lo quiere, pero no lo tenía realísticamente planeado. No había un plan a seguir para lograrlo. La meta era mejorar mi nivel técnico y competitivo. Pero cuando tuve al frente la oportunidad gracias a Dios pude aprovecharlo. Al día de hoy es que estoy asimilándolo, porque no paré de viajar y no tuve tiempo de frenar y disfrutarlo. Se siente bien llegar a casa y que te feliciten. Significa bastante y el que quiera puede verlo como una inspiración o motivación de que, a pesar de lo difícil, es posible. Es simplemente trabajo duro.

 
Cedeño estrenando faceta como coach de la selección junior de Panamá.

Eres una persona muy creyente. ¿Eso creció a partir de tus problemas médicos?
Crecí en una familia católica cristiana, fui a una escuela católica también, pero más allá de eso ha sido por las pruebas que me ha puesto la vida. He pasado por muchas cosas bastante fuertes. Mi familia ha tenido que empezar de cero varias veces. Y lo de mi corazón también. Soy fiel creyente porque solamente Dios pudo haberme sacado de las situaciones más difíciles en que he estado.

Sabiendo que siempre hay espacio para crecer en el surfing, ¿que crees que te falta perfeccionar?
Me falta mejorar la técnica y el estilo. Estamos trabajando más que todo en eso. Un poco más de trabajo de rieles, tratar de hacerlo ver más vistoso o que no se vea tan forzado, la fluidez. Y la selección de olas, que me cuesta en los pointbreaks. Tengo a CJ Nelson de entrenador, me diseña las tablas y es un buen amigo. 

¿Qué importancia crees que tiene ALAS Global Tour para el desarrollo del surfing en la región?
Es una vitrina para posibles patrocinadores y darse a conocer. Lo más importante es ese roce competitivo, el fogueo, ya sea para los que el tour es su principal objetivo o para los que lo usan como una plataforma de entrenamiento. Siento que ALAS ha sido la mayor herramienta para llevar a Latinoamérica al nivel en donde está hoy en día.

¿Qué mensaje quisieras dejar a los panameños que sueñan también con ser campeones?
A veces las cosas van hasta mejor de lo que uno planea. No lo digo por conformismo, pero el simple hecho de estar en un lugar aumenta las posibilidades de tener éxito. Hay que trabajar por tus sueños y mantenerse con los pies en la tierra. Nada es imposible y con Dios todo se puede lograr. Quiero agradecer a todos los que me han apoyado desde el primer día. Y a los que no también, porque fueron una motivación para dar un poco más de esfuerzo. Y un agradecimiento especial a mi mamá, que nunca ha dejado que me rinda.